En estas últimas semanas algo dentro de mí no iba bien hasta que ese algo llego también a mi familia.
Hemos tenido el famoso virus del que todo el mundo habla, del que tanto se teme, del que tanto puede causar en la vida de una persona.
Dios fue tan claro conmigo diciéndome lo siguiente
¿Qué es lo que te preocupa?
Yo pensando, enserio me preguntas que es lo que me preocupa, con lágrimas en mis ojos sin poder hablar.
Dios sabía exactamente lo que pasaba dentro de mí, tan solo estaba esperando que se lo entregara.
Yo pensaba que sería capaz de controlar todo por mí misma, pero eso no fue así, Dios sabia y me recordaba que ese papel no me correspondía a mí, lo único que me pedía era entregárselo todo a él.
No es fácil entregar algo que te gustaría tener el control de la situación.
Pero sabia que ese papel no me correspondía a mí, tenía dos opciones:
La primera seguir preocupándome sin poder tener el control de la situación.
La segunda era entregar todo y confiar aun sin estar viendo nada bueno de la situación.
Dios fue muy claro y estuve segura que en ningún momento estaba ni estábamos solos.
Con lágrimas en mis ojos decidí entregar todo aquello que me preocupa, de ver cómo puede cambiar todo en un segundo en nuestras vidas.
Decidí entregar aquello tan valioso de mi vida a Dios, entregar el control de mi familia (él ya lo tenía, pero estaba esperando que entregará aquello que yo ni nadie pudiera controlar)
Dolida entregue aquel papel de preocupación a Dios.
Puedo decirte que no fue fácil, pero puedo asegurarte que valdrá la pena, tendrás en ti esa paz que solo Dios puede darte.
Entonces déjame hacerte la misma pregunta. ¿Qué es lo que te preocupa a ti?
Puedo decirte que Dios no hará nada sin que nada de esto te lleve a un lugar más grande, dirección a tu llamado, a tu propósito.
He aprendido que en medio del dolor tenemos dos opciones y nosotros somos lo que decidimos que hacer, preocuparnos por algo que no podemos controlar o la segunda es saber que Dios sabe lo que hace y el porqué de las cosas.
He aprendido que en medio del dolor donde nosotros solo vemos el dolor, Dios ve más allá, ve algo grande.
Dios no hace las cosas por hacerlas, las hace con un propósito que aun sin entenderlo en estos momentos Dios siempre sorprende.
Dios no es un Dios de errores, es un Dios de propósito
Dios no es un Dios que se equivoca, es un Dios de verdades.
Quiero animarte a seguir adelante a experimentar por ti mismo/a esa paz de Dios, esa paz que solo él sabe dar.
No estás solo/a.
Todo lo que Dios hace, todo lo que Dios permite es necesario, aun sin entender el porque Dios sigue teniendo el control.
Con una sola palabra de Dios todo puede cambiar.
Dios no se ha olvidado de ti, Dios no te dejará solo/a
Un saludo y hasta la próxima <3
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