HABLEMOS

No sé si te habrá pasado sentirte desanimada/o sin saber el porqué.

Durante esta semana me he estado sintiendo desanimada sin saber el porqué.

Le pedí a Dios que me enseñara el por qué me sentía así, y que me ayudara a entregar todo aquello que me hiciera estar así, en ese momento al terminar esa oración me sentía igual que sin haber hecho esa oración, pero yo no podía ver que Dios ya a través de esa oración estaría dispuesto a enseñarme lo que me hacía sentir así.

Dios me iba a responder aquello a los cual le había preguntado, mientras yo estuviera en el lugar adecuado para escucharlo.

Me hizo entender que el miedo estaba ocupando parte de mi vida, donde el miedo estaba impidiendo que Dios pudiera actuar en mi vida, ese miedo me está impidiendo confiar en Dios.

En ese momento Dios fue muy claro, donde me preguntó: ¿De que tienes miedo?

yo pensé que ese miedo no se estaba apoderando de mí, pero me estaba equivocando, entonces nuevamente Dios me volvió a hacer la misma pregunta: ¿De que tienes miedo?

En mi intento de pensar sobre esto le dije: “Dios enséñame a saber que miedo tengo “y mientras preguntaba vinieron dos miedos:

1-uno de esos miedos era: me da miedo hacer daño a las personas con mis actos.

2-Miedo a dar un paso y equivocarme.

Cuando fui capaz de declarar ese miedo que me estaba haciendo que me sintiera desanimada, Dios me hizo entender que el miedo por muy pequeño que pueda parecer me hace desconfiar de él, sabiendo que él es el único que quiere lo mejor para mí.

El miedo de herir a las personas, me estaba impidiendo ser yo misma en un mundo que todos intentan ser iguales.

El enemigo es muy astuto y sabe por dónde empezar a actuar, empezó hacer grande a ese pequeño miedo que había en mí, yo creía que era fuerte, que era capaz de seguir, pero había un problema, ese miedo me estaba impidiendo en confiar en Dios verdaderamente.

Empecé a trabajar en un proyecto de mi iglesia con un amigo al que aprecio mucho, donde empezaron a crearse esos pensamientos, Dios me hizo entender que el enemigo empezó a poner ese miedo en mí, ese miedo de avance a lo desconocido para mí, pero conocido para Dios, porque sabía que si yo continuaba con ese proyecto iba a ser el cambio para que muchas personas puedan conocer más de Dios.

Empezó a poner ese miedo en mi para que yo desconfiara de Dios y lo que Dios puede hacer a través de ese proyecto.

Muchas veces el enemigo pone pensamientos de estrés, de miedo para que te quedes atascado en el sitio en el que estas, porque sabe que si tu continuas en el camino con Dios, el tiembla por lo que Dios puede hacer a través de ti.

Muchas veces he intentado cambiar mi forma de ser, para que las personas no se sintieran incomodas, pero lo que conseguía con eso era destrozarme lentamente y dar esa oportunidad al enemigo a que pueda crear pensamiento en mí, intentando no ser quien soy realmente, y haciéndome olvidar mi identidad de ser esa hija de Dios.

Por eso este tiempo está siendo un tiempo de decisiones, pero aparte de decisiones está siendo un momento de preparación hacia donde Dios quiere llevarme y hacer a través de mí. 

Me recordó una vez más que deje de preocuparme por controlar los sentimientos de las personas, porque preocupándome no iba a conseguir nada.

Recuerda que cuando intentes avanzar en las cosas que Dios quiere que avances, vendrán mil cosas para que ese avance no se realice. Pero tienes que aferrarte en Jesús sabiendo que él es suficiente en cada momento.

Dios me hizo entender que el avance en el proyecto con mi amigo, era unos de los avances que Dios queria empezar en hacer en mi vida, pero el miedo me estaba impidiendo empezar.

Estaba permitiendo que ese miedo ocupara mas parte de lo que Dios decía sobre el avance.

Ese proyecto va a traer a nuevas personas a tener un encuentro con Dios, por eso el enemigo estaba poniendo miedo en mí, para que yo no pueda empezar a trabajar en ello.

Es un tiempo de crecimiento sobre lo que Dios quiere hacer a través de mi vida, de tomar decisiones que debo tomar y a quien dar mi primer lugar, si a Dios o al miedo.

Es un tiempo de preparación para avanzar sin entender, pero en el camino Dios iría preparándome hacia el camino que tengo que recorrer.

Mientras yo estuviera dispuesta a avanzar Dios me iría preparando durante el camino.

Dios me recordó una vez más que mientras esté en el camino que debo estar, él será suficiente y todo lo que necesito, haciéndome saber que Él está aquí conmigo.

A veces necesitamos tomar tiempo para desconectar y conectarnos con la conexión de DIOS.

No para que intentes comprender lo que Dios está haciendo, si no para que aprendas a confiar sin entender nada, sabiendo que Dios tiene todo bajo control.

El miedo no te puede paralizar, el miedo desde la perspectiva de Dios no es nada.

Dios es más grande que tu miedo,

Dios es más grande que tu fracaso,

Dios es más grande, porque él es grande.

Y eso es todo lo que tú y yo debemos de entender.

Teniendo a Dios en nuestra vida, lo tenemos todo.

Yo soy la que decido si avanzar hacia lo que Dios quiere que vaya, a ese camino que me irá formando mientras yo esté dispuesta a avanzar.

En esa misma noche le pregunte a Dios: ¿Por qué no me vienes a buscar ya?

Su respuesta en ese momento fue: “Porque aún hay personas que me conocerán a través de ti”

Dios hará que personas que yo conozca o estén a mi alrededor puedan conocer a Dios a través de mí.

Ahora estoy entendiendo por qué el enemigo no quería que avanzara, queria que me quedara en el miedo, pero estoy dispuesta a luchar con Dios para que no gane, y pueda tener ese encuentro de las personas que Dios ha puesto en mi vida para que puedan conocerle.

No menosprecies los pasos pequeños sin sentido, porque lo que no tiene sentido para ti, tiene propósitos en las manos de Dios.

Quizás sea el tiempo de cambiar tu perspectiva, de empezar a mirar con la mirada de Dios.

Sé que hay tanto que debo trabajar con Dios y hasta que yo no esté dispuesta a dejar que el miedo quede bajo mis pies, Dios no va a hacer nada.

Porque: Si no confías en que yo (Dios) puede sacar ese miedo de ti, no quiero que sigas avanzando, porque ese miedo te da inseguridad de ti mismo y lo que menos quiero es que estés insegura en mi obra.

Porque si no dejas ese miedo ahora, te impedirá ver lo que quiero que veas.

Su obra soy yo, el me creo como soy, para brillar en un mundo en que solo hay oscuridad, me creo para destacar en un mundo en el que todos intentan ser iguales, me creo con un soplo de vida para que la vida pueda llevar a un lugar mejor.

Me creó para que todo lo que el creó en mi pueda ser trabajado en sus manos.

Me recordó que lo que Dios quiere hacer a través de mí y lo que tengo que dar no es poca cosa, pero cuando este yo dispuesta a hacerlo el estará ahí también. Que se prepare el enemigo porque lo que Dios empezó lo terminará.

Todo puede verse cuesta arriba, porque Dios me está preparando para lo que viene, que no es poca cosa.

Puedo estar segura que donde Dios me esté llevando el estará ahí conmigo, sé que seguiré fallando, pero a pesar de los fallos Dios estará ahí dándome su mano.

Mi miedo era hacer herir a las personas, pero si estoy en las cosas correctas eso no tiene por qué pasar.

Tengo que tener claro que yo no puedo controlar los sentimientos de las personas hacia mí, soy como soy porque Dios tomo su tiempo en crearme especial y diferente al resto de personas.

Las personas pueden tener sentimientos hacia mí, y eso no es malo, pero ya puede ser malo a como me puede afectar dicho sentimiento.

No permitas que el miedo de ser sincera en un mundo en el que la mayoría de personas quieren escuchar lo que quieren escuchar cambie tu sinceridad y te cambie.

No pretendas cambiar nada de ti por esos sentimientos que tienen las personas a través de ti, si no, se tu misma, porque ahí es donde Dios quiere trabajar, siendo nosotros mismos.

Muchas veces Dios hará que nos sintamos sin ánimo para que podamos comprender a quien le estamos dando el primer lugar en nuestra vida.

Ahora puedo decir que tiemble el enemigo porque ahora más que nunca tengo ganas de dejarlo en el lugar que le corresponde, y ese lugar es bajo mis pies.

Recuerda:

Eres fuerte en Dios

Eres suficiente en Dios

Eres completa en Dios

Sabiendo eso ¿¿qué debería detenernos??

Si aún hay personas de mi alrededor incluso personas que aún no conozco que necesitan conocer a Dios, ahí es donde estaré.

Soy un papel fundamental en el plan de Dios para una persona.

No vinimos al mundo a que nos sirvan, si no a dar a conocer las buenas nuevas que Dios hace, a servir a las personas, a amar a los odiados, a traer paz en medio del caos, a traer propósito a lo abandonados. 

¿Yo estoy dispuesta a cambiar el mundo de la mano de Dios? ¿TÚ ESTAS DISPIESTO A HACERLO?