Hay momentos en nuestra vida que tenemos que dar esos pasos de correr el riesgo de hacer algo nuevo para cumplir el llamado de Dios para nuestras vidas.
La vida cristiana no es una carrera de velocidad para llegar a la meta primero, esa carrera consiste en recorrer la distancia con pasos continuos y constantes.
En esa carrera seremos retados a avanzar en nuestro crecimiento como cristianos, avanzar en fortalecer nuestra fe, en fortalecer nuestro carácter.
En esa carrera podemos estar seguros como dice en Isaías 41:13(NO temas yo te ayudo)
Dios estará y está en cada etapa de nuestro crecimiento, a través de esa carrera de pasos continuos.
Recuerda que la mayoría de las cosas que hacemos para los propósitos de Dios exigen actos de fe. Muchas veces nos confundimos al creer que todos los procesos son iguales en cada persona, pero eso no es así, Dios actúa en cada proceso de diferente manera con cada uno.
Lo único que nos iguala de cada proceso de Dios, es que quiere sacar lo mejor de nosotros, quiere sacar esa luz que nos hace ser hijos suyos.
En esas carreras Dios nos pedirá hacer cosas que nosotros somos capaces de hacer, él no te dará algo que tu no puedas hacer.
Si él te ha dicho que puedes trabajar con jóvenes, Tú puedes hacerlo, si te ha dicho que puedes liderar a personas, tú puedes hacerlo.
Él solo necesita que confíes y que fortalezcas esa fe, que hará que seas capaz de verte como él te ve.
Con capacidad de hacerlo. No sé si te ha pasado, pero a mi muchísima veces, abandonamos tan rápido las cosas de Dios sobre lo que nos dijo porque no vemos resultado, estamos cansados de correr esas carreras sin ver resultado, pero que pasaría si te dijera, que tal vez estés a un paso más, a una vuelta más, de obtener ese resultado que pediste de confirmación.
Dios quiere que aprendamos a ser constantes, a que no nos cansemos, que perseveremos y que fortalezcamos nuestro carácter para no darnos por vencido tan rápido.
Dios quiere que hagamos esa carrera con sus promesas, porque sus respuestas a veces no son tan rápidas, quizás puedan durar días, meses, años.
Dios quiere decirte nuevamente:
Que esperes y seas paciente, porque lo que él ha dicho lo hará, pero lo hará a su tiempo no al tuyo. Una vez que nuestra constancia se haya desarrollado plenamente, seremos perfectos y completos donde no nos faltara nada.
Solo sé que Dios sabe el cómo hace las cosas en cada una de nuestras vidas.
En hebreos 12:1-4 nos habla sobre la carrera que tenemos por delante.
¿Alguna vez has pensado las cosas grandes que Dios tiene para nosotros, y nosotros solo pensamos en el no puedo o o ponemos excusas del nunca llegará?
Qué tal si dejamos ese camino y empezamos esa carrera de la cual Dios nos habla.
La carrera que tenemos por delante consiste en dar pasos continuos, mirando siempre delante, no enfocarnos en lo que no vemos o lo que hacen los demás, si no, enfocarnos en las cosas que tenemos por delante.
Pero ojo, en esa carrera antes de empezar tenemos que dejar cargas, cargas que nos impide avanzar, esas cargas que lo único que hacen es darnos peso, es agobio, esa tristeza, ese odio, ese pecado, que por muy grande que sea, Dios está esperando que se lo entregues.
Cuando estemos haciendo esa carrera debemos poner la mirada en Jesús, porque él nos dará las fuerzas para continuar, aunque fallemos él estará dispuesto a darte su mano para continuar, para que vuelvas a intentarlo a pesar de los fallos que te alejaron de la carrera.
Puedes tener claro que Dios está y estará dispuesto a seguir trabajando contigo, sé que en esa carrera él ira perfeccionándote y te fortalecerá en carácter y fe.
Todo lo que vale la pena requiere esfuerzo, hay mucho que tenemos que lograr con Dios y la oración es un recurso de ayuda. Si abandonaste esa carrera quiero animarte a continuar en ella, porque Dios esta ahí esperándote con los brazos abiertos.
Y yo quiero estar animándote a seguir esa carrera.
Un abrazo y hasta la próxima <3
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